En lo que he estado pensando.

Estamos viviendo la época de el desánimo, el aburrimiento, la falta de interés por los demás, e incluso la depresión. No le encontramos un sentido lógico a la vida, cada día se convierte en una rutina, y cada vez, perdemos más el tiempo.

Decir que la consecuencia de esto, son las redes sociales puede sonar factible, ya que tienen algo que ver. Pero no, va mucho más allá.

Constantemente buscamos resolver preguntas que invaden nuestra mente, nos sentimos incompletos, o como lo llamo. Con el alma vacía. Haciendo lo que todo el mundo hace, hablando de las mismas cosas. No estoy diciendo que esté mal, simplemente es algo que no nos llena, y nunca nos llenará.

Debatimos sobre política, comunidades, religiones, deportes, educación etc. Pero no encontramos una respuesta clara, pues todos tienen una opinión distinta. Y está bien. Entonces, todo sigue quedando en el aire.

Nos hemos vuelto personas de doble moral, generadores de envidia, insensibles al dolor ajeno, egoístas, auto-suficientes etc. Pero que creen tener la felicidad en algo tangible que sólo da un placer momentáneo, queremos alcanzar igualdad, amor, Paz mundial. Pese a esto, pienso que es algo meramente imposible, pues somos los humanos más inhumanos.

Sin embargo, he conocido un ser que es lo contrario a nosotros, que me ama por encima de todo, el único que fue capaz de morir por mí . Él ha llenado todos mis vacíos, y ha respondido mis preguntas. En él he encontrado luz, al que le debo la vida. Sí, a Dios. Ese Dios que es tan juzgado, al que han mostrado como una imagen, al que muchas religiones han mal interpretado, al que por acciones de muchos han rechazado.

Tal vez estén pensando, si él existiera ¿por qué hay tanta maldad?, o ¿por qué hay tanta pobreza? O "Todo es culpa de él". Sí volvemos atrás, nos damos cuenta que las cosas están así a causa de nosotros mismos. ¿cómo explicamos la falta de amor propio?, la falta de raciocinio, el vivir de apariencias, la falta de amor. La elevada corrupción, el terrorismo, y un sin número de cosas más.

Simplemente, la ausencia de él en nuestras vidas lo explica todo.

- Nathalia Salamanca