Buscando respuestas.
- Nathalia Salamanca
- 17 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Uno de los sentimientos más frustrantes que una persona puede experimentar, es la perdida de control. Creo que es por eso que llevamos la vida como un relojito, envueltos en una rutina diaria, un plan para cada hora de la semana, para el mes; incluso para todo un año.
Sentimos desesperación al observar que nuestro sueño o proyecto no salió como queríamos o esperábamos, es ahí donde empezamos a cuestionar la vida, y el propósito de quién hemos creído.
Hace poco vivencié una situación en mi familia, en la que la angustia, incertidumbre, tristeza y miedo fueron protagonistas. Estaba pasando algo que salía de mis manos, no podía hacer nada; y eso, me mataba por dentro. Pues, NO tenía el control.
Tras muchos días de llorar en las noches, y estar enojada por causa de lo que ya mencioné. DIOS habló a mi vida, a través de su palabra leyendo el libro de éxodo. ¡Él es tan claro!
Durante 40 años, el pueblo de Israel en el desierto recibió milagros. El señor los sacó de la esclavitud, dividió un mar en dos para que huyeran, hizo caer pan(maná) del cielo, los guardó de la muerte ante otros pueblos, permitió que saliera agua de una roca. Etc. Sin embargo, ellos solo se quejaban, estaban inconformes. No dimensionaban lo que pasaba, no adoraban a su Dios correctamente, no eran agradecidos. Centraron su mirada en el objetivo de llegada, y no en él. (Aún así, fiel a su promesa)
Así mismo, ahora entiendo su soberanía. ¡Un viaje que debería durar 1 semana, se fue en 40 años! Me doy cuenta que los pudo moldear, formar, romper. Hizo que de verdad al final, confiaran en él, que rindieran su vida, que comprendieran quién era. No lo que él les pudiera dar. Qué DEPENDIERAN de su poder, gloria, amor, justicia, gracia. En toda circunstancia, aunque parecía mala, él estaba con ellos. Y transformaba el carácter de los que PERMANECIERON hasta el final.
Simplemente nuestro padre es perfecto, un Dios de procesos, es el alfarero y nosotros el barro. En este momento comprendo porqué su voluntad fue esa en mi vida, y en esta situación, me está llevando a él, aún me está transformando. Esto va a durar toda mi existencia, y la tuya también. Pero, él es bueno y nos hace crecer en su espíritu, para su gloria. Me di cuenta de que cuándo lo pude reconocer, descansé completamente; ahora no llevo mi carga sola.
"Sin proceso no hay cambio" no es tan cliché después de todo.
Nuestra única necesidad debería ser buscarlo, y confiar en su amor. Una vez alguien me dijo esta frase, “No te preocupes, tú vida está en manos de aquel que controla la historia” (y créanme que esto no es un discurso de “motivación subjetiva”)
Romanos 12: 2 dice: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”.
-Nathalia Salamanca.

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